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La arquitectura y educacion muisca

  La arquitectura muisca


Las casas de los muiscas, llamadas bohíos o malocas, eran estructuras circulares hechas de postes de madera y paredes de arcilla, con un techo de junco cónico. Una larga columna de madera sostenía el techo en el centro de la estructura redonda y estaba unida a los postes de madera.



Arquitectura muisca - Wikipedia, la enciclopedia libre Cultura Muisca.

EDUCACION


“La Cueva del Mohanes una maravilla natural de la Serranía del Majui. Tal vez a causa de su  gran tamaño, no ha sido debidamente explorada y existe la creencia popular que comunica con la población de Tenjo.

Las Cuevas aparecen en la mitología muisca como lugares de vivienda de personajes míticos: Bochica, en los pueblos de Cota y Gámeza.

En las cuevas se educaban desde temprana edad a los futuros sacerdotes y dirigentes Muiscas. La cuca, era un esbozo de escuela donde se enseñaban los conocimientos adquiridos, las tradiciones, los ritos religiosos, la manera de administrar justicia. Sólo admitía a personas célibes, quienes debían prestar votos de castidad y obediencia. Se instruía al chigqui, en la administración del gobierno; al ogqui, en la religión.

COTA está situado a 4º 48’ 46’’ de latitud norte y 0º 01’ 28’’ de longitud occidental en relación con Bogotá. La altura es de 2.604 metros sobre el nivel del mar y su temperatura es de 13º centígrados. La años distancia entre la cabecera municipal y Bogotá es de 30 Kilómetros por la carretera que pasa por Suba, “comunicación interrumpida debido al mal estado de la vía”.

Población de COTA , según los censos de 1912 a 1964:

CENSO POBLACIÓN

1.912 3.635

1.918 3.348

1.938 1.986

1.951 2.414

1.964 1.048

6.  Los “Lavaderos Públicos”. Estos son la única obra realizada por la junta de Acción Comunal de la Vereda (La Moya). Constituye el centro de reunión de las mujeres y es uno de los sitios más apropiados para la comunicación con los vecinos, a través del chisme y los comentarios . De ahí la frase “Vamos a echar Lavadero”.

Aunque actualmente hay debates acerca de lo que significa ser indígena y ser Muisca, la realidad es que en Bogotá existen dos comunidades que se autoreconocen como Muis-cas y que luchan por recuperar sus costumbres y tradiciones en medio de la modernidad. Una prioridad de estas comunidades ha sido la educación de la generación más joven; es decir, la primera infancia (0 a 5 años de edad). Para la formación de sus niños y niñas, la Comunidad Muisca de Suba cuenta con un jardín de Educación Inicial Indígena que busca que ellos y ellas puedan acceder a un servicio específico de su cultura.


El origen de este espacio educativo tienen que ver con diferentes situaciones sociales; sin embargo, hay una idea relevante a señalar. En la mayoría de los escenarios de formación de la infancia, los contenidos curriculares no desarrollan lineamientos diferenciales ni interculturales, y su organización por competencias estandariza aún más la pertinencia cultural de enseñanza y la diversidad de formas de aprendizaje. Esto a su vez redunda en un sacrificio, e incluso eliminación, de aspectos culturales propios de las comunidades de las cuales forman parte los niños.




En las cuevas se educaban desde temprana edad a los futuros sacerdotes y dirigentes Muiscas. La cuca, era un esbozo de escuela donde se enseñaban los conocimientos adquiridos, las tradiciones, los ritos religiosos, la manera de administrar justicia. La Educación Primaria debe garantizar una formación que contribuya al desarrollo pleno de la personalidad del alumnado. El área de Educación Física debe tener como finalidad principal el desarrollo de la competencia motriz y que esta se convierta en el medio para la adquisición de las competencias clave que contribuyan a la adopción de un estilo de vida saludable, autónoma y responsable.Una de las metodologías más interesantes e innovadoras para favorecer el desarrollo de la coordinación motriz global y de las competencias clave son los ambientes de aprendizaje. Se definen como una alternativa metodológica en la que el docente organiza el tiempo, el material y el espacio de práctica física estimulando que el escolar participe libre y espontáneamente de manera que pueda construir su propio aprendizaje y desarrollar su pensamiento creativo y divergente. Para que una propuesta práctica contribuya al desarrollo de las competencias clave debe ser participativa, útil, motivadora y activa. En el caso de los ambientes de aprendizaje, estas premisas se podrían cumplir convirtiéndose, por tanto, en una tarea competencial. La experiencia didáctica que se describe en este trabajo se realizó en un colegio público de la Región de Murcia.




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